Circit se complace en patrocinar la categoría de Empresa de Auditoría Progresiva en los Premios a la Excelencia Contable, contando con varios de nuestros clientes entre los finalistas. Pero, ¿qué hace que una empresa de auditoría sea progresista?
En una era de rápidos avances tecnológicos y entornos empresariales en constante evolución, las prácticas y metodologías tradicionales se ponen constantemente en tela de juicio. Esto es especialmente cierto en el caso de la auditoría y la contabilidad, donde una nueva ola de empresas progresistas y modernas está redefiniendo elementos de su trabajo.
Hoy en día, las empresas de auditoría modernas se han orientado hacia la aportación de valor, el impulso de la innovación mediante la adopción de la tecnología, el fomento de una cultura de colaboración y la creación de confianza con los clientes.
¿Qué significa progresista y moderno?
En el ámbito de la auditoría se está produciendo una evolución: presiones normativas, retos en materia de honorarios, capacidad limitada de recursos, revisión de las normas de auditoría y cambios en la percepción y la opinión públicas.
Una empresa de auditoría progresista se preparará para estos retos y los asimilará, al tiempo que identificará y abordará las áreas de mejora. Estas empresas utilizan la tecnología, los recursos y las mejoras de los procesos para ofrecer un servicio rentable y de mayor calidad, equilibrando todo ello con un enfoque de "calidad por encima de rentabilidad".
¿Qué papel desempeña la tecnología?
Ganar nuevas auditorías requiere muchos recursos y, en particular, el recurso al personal puede ser un verdadero reto. Las generaciones más jóvenes de auditores tienen expectativas diferentes, especialmente cuando se trata de utilizar la tecnología para eliminar o reducir las tareas manuales. Circit u otros productos tecnológicos pueden influir positivamente en este sentido, ya que garantizan que los auditores no tengan que duplicar esfuerzos haciendo un seguimiento de las tareas en Excel o teniendo que esperar a que se actualice la información sobre la finalización.
Gracias a la tecnología, estas acciones pueden automatizarse parcialmente y seguirse en tiempo real. No se trata de sustituir al personal, sino de colaborar con él para perfilar y racionalizar las acciones emprendidas. A lo largo de todo el proceso, la tecnología genera eficacia, transparencia y comunicación, tanto interna como externa, con clientes, proveedores y otros terceros.
La última pieza es la elaboración de informes. Cuando las empresas hablan con un cliente después del encargo, una plataforma integrada puede aportar claridad sobre los excesos y por qué se han producido, qué medidas se han tomado y cómo resolverlo en el futuro. La tecnología puede ayudar a crear muchas eficiencias que pueden servir al auditor para cumplir los requisitos de las normas de auditoría y, al mismo tiempo, ofrecer una experiencia de cliente superior.
Centrarse en la experiencia del cliente
La cultura puede ser un elemento que se pasa por alto cuando se trata de empresas de auditoría. Pero es crucial, ya que el tono de la cúpula se transmite al nivel operativo. Una cultura de profesionalidad, que demuestre que la empresa pone la calidad por encima de la rentabilidad, es un sello distintivo de una empresa progresista; también lo es ayudar al personal con las dificultades que puedan surgir durante una auditoría y proporcionar apoyo para superarlas.
La rentabilidad como principio rector puede repercutir en la calidad de la auditoría y aumenta el riesgo, y la calidad tiene dos caras: está la calidad para el cliente y está la calidad en toda la organización.
Las empresas deberían plantearse implantar un sistema de experiencia del cliente para garantizar la transparencia de los procesos en curso, sobre todo porque pueden encontrarse con clientes menos inclinados a la tecnología. La mejor manera de impulsar la calidad para los clientes es conocerlos donde están, desde su experiencia y empatizando con su posición.
El uso de un producto puede ayudar a establecer expectativas sobre los flujos de trabajo que cabe esperar y a crear esa claridad. El tono lo marca el producto: "Esto es lo que hay que esperar al hacer una solicitud de confirmación o durante las pruebas".
Otro ejemplo es durante la recopilación de datos transaccionales: la plataforma y el auditor pueden guiar juntos al cliente. Con las transacciones verificadas, se envía una solicitud de autorización al cliente, que la aprueba a través de su interfaz bancaria. Las empresas impulsan la calidad imponiendo el uso de los sistemas que utilizan sus equipos.
¿Cómo consiguen estas empresas implicar y motivar a su personal?
En auditoría suele haber una jerarquía estricta: del socio al subalterno. Fomentar la responsabilidad más allá de las tareas inmediatas es un elemento importante para que las empresas de auditoría saquen lo mejor de su personal.
Tradicionalmente, la auditoría ha tenido el estigma de no ser el trabajo más interesante. Se considera un trabajo laborioso y repetitivo, pero en realidad es una función de importancia crucial. A medida que el personal se desarrolla y asciende en el escalafón, es crucial darles su propia responsabilidad en la auditoría. Todo lo que hacen los miembros del personal repercute en última instancia en la expresión de la opinión sobre los estados financieros.
¿Cuáles son las principales motivaciones del personal? Los auditores tienen la gran responsabilidad de investigar y realizar una labor detectivesca para detectar actividades potencialmente fraudulentas. Hay mucha tecnología que les permite hacer precisamente eso. Cuando los datos ya están disponibles en un formato estandarizado, les libera mucho tiempo para centrarse en aquello a lo que realmente pueden aportar valor añadido. Esto puede ser especialmente beneficioso para el personal más joven.
Con las capacidades y aptitudes técnicas adecuadas, se puede prestar más atención a cosas más analíticas o que incluyan elementos de programación informática. Aprovechar los intereses y conocimientos del personal para trabajar en este tipo de proyectos puede ayudar a atraer nuevos talentos y retener al personal existente.
Conclusión
La transparencia y la responsabilidad son los principios rectores de las empresas de auditoría modernas. Dan prioridad a la comunicación clara y al diálogo abierto, garantizando que los clientes estén bien informados durante todo el proceso de auditoría. Al generar confianza y mantener elevadas normas éticas, estas empresas infunden confianza a las partes interesadas y contribuyen a la integridad general de la información financiera. Combinan esto con inversiones en tecnología y personal (que van de la mano).
Las firmas de auditoría modernas han surgido como catalizadores del progreso y la transformación de la profesión auditora. Encarnan una mentalidad progresista que aprovecha la tecnología, adopta la colaboración y defiende valores fundamentales de transparencia y responsabilidad. Al redefinir el papel de los auditores, estas firmas no sólo satisfacen las demandas actuales, sino que también dan forma al futuro de la auditoría.
Mucha suerte a todos los finalistas del premio a la empresa de auditoría progresista del año en los Accounting Excellence Awards.
